Una Mirada Cristiana al Judaísmo: Entendiendo Nuestras Raíces
Para un cristiano, mirar al judaísmo es como mirar una foto de familia antigua; es ver el origen, la raíz de la propia fe. No se puede entender el cristianismo sin antes comprender su herencia judía. Piénsalo de esta manera: el judaísmo es el hermano mayor.
El Fundamento que Compartimos
La conexión es profunda y se basa en pilares que son imposibles de separar:
Creemos en el mismo Dios: El Dios de Abraham, de Moisés y de David es el mismo Dios que adoran los cristianos. Ambas son religiones firmemente monoteístas.
Compartimos las Escrituras: El Antiguo Testamento de la Biblia cristiana es, en esencia, la Biblia hebrea (el Tanaj). Todas esas historias de la Creación, el Éxodo, los Diez Mandamientos y las profecías son un tesoro compartido.
La Esperanza de un Mesías: Durante siglos, el pueblo de Israel esperó a un Mesías, un enviado de Dios que vendría a redimir a su pueblo. Esta esperanza compartida es, curiosamente, el punto exacto donde nuestros caminos se separan.
El Punto de Inflexión: ¿Quién es Jesús?
Aquí es donde la historia da un giro clave y define la diferencia fundamental entre ambas fes.
Para los cristianos: Jesús de Nazaret es ese Mesías esperado. No solo eso, es el Hijo de Dios hecho hombre. Su vida, muerte en la cruz y resurrección representan una "nueva alianza" o un nuevo pacto entre Dios y la humanidad para el perdón de los pecados. Él es el cumplimiento de todo lo que anunciaba el Antiguo Testamento.
Para el judaísmo: Jesús fue un personaje histórico, un predicador judío, quizás un profeta o un maestro, pero no el Mesías. Desde su perspectiva, las profecías sobre la era mesiánica (como la paz mundial y la unión de toda la humanidad bajo un solo Dios) no se cumplieron con su venida. Por lo tanto, el pueblo judío sigue esperando la llegada del Mesías.
Esta es la diferencia más importante y la que da origen a todas las demás.
Otras Diferencias que Nacen de Este Punto
La Ley: Los judíos siguen las leyes detalladas en la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia) como parte de su pacto eterno con Dios. Para los cristianos, la "nueva alianza" en Cristo significa que el enfoque ya no está en cumplir cada una de esas leyes al pie de la letra, sino en la fe y el amor como camino principal.
La Trinidad: Los cristianos creen que Dios es uno, pero existe en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Para el judaísmo, esto es incompatible con el monoteísmo estricto; Dios es una unidad absoluta e indivisible.
El Nuevo Testamento: Este conjunto de libros, que narra la vida de Jesús y el nacimiento de la Iglesia, es fundamental para los cristianos, pero no forma parte de las escrituras judías.
En resumen, desde una perspectiva cristiana, el judaísmo no es una religión ajena, sino la base sobre la que se construyó todo. Es la promesa, y el cristianismo se ve a sí mismo como el cumplimiento de esa promesa en la persona de Jesús. Entender esto es clave para apreciar la profunda y, a veces, compleja relación que une a estas dos grandes fes del mundo.
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