Amado Padre,
Gracias te damos en este hermoso domingo por el regalo de la vida, por el sol que ilumina nuestro día y por la oportunidad de un nuevo amanecer. En tu infinita bondad, te pedimos que extiendas tu manto protector sobre cada ser humano en este vasto mundo. Que tu luz disipe las sombras de la adversidad y que tu paz, esa que sobrepasa todo entendimiento, inunde cada corazón.
Ayúdanos, Señor, a ser instrumentos de tu amor y a construir puentes de entendimiento entre nosotros. Que la compasión y la solidaridad guíen nuestros pasos para que, juntos, podamos alcanzar la anhelada paz mundial. Que tu voluntad se manifieste en cada rincón del planeta y que la armonía reine en todas las naciones.
Amén.
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