Amado Padre, Gracias te damos en este hermoso domingo por el regalo de la vida, por el sol que ilumina nuestro día y por la oportunidad de un nuevo amanecer. En tu infinita bondad, te pedimos que extiendas tu manto protector sobre cada ser humano en este vasto mundo. Que tu luz disipe las sombras de la adversidad y que tu paz, esa que sobrepasa todo entendimiento, inunde cada corazón. Ayúdanos, Señor, a ser instrumentos de tu amor y a construir puentes de entendimiento entre nosotros. Que la compasión y la solidaridad guíen nuestros pasos para que, juntos, podamos alcanzar la anhelada paz mundial . Que tu voluntad se manifieste en cada rincón del planeta y que la armonía reine en todas las naciones. Amén.
Introducción: La Búsqueda Que Todos Compartimos Hay momentos en la vida en los que todo parece moverse demasiado rápido: responsabilidades, preocupaciones, ruido. Y en medio de ese caos, surge una pregunta que, tarde o temprano, nos alcanza: ¿Cómo puedo sentirme más cerca de Dios? No se trata solo de creer, sino de experimentar esa presencia que muchos describen como paz, consuelo o propósito. Quizá hayas intentado antes—oraciones repetidas, lecturas rápidas de textos sagrados, incluso visitas esporádicas a un lugar de culto—pero algo no terminó de encajar. No eres el único. El acercamiento a lo divino no sigue una fórmula exacta; es un viaje tan único como quien lo emprende. En este artículo, no encontrarás recetas mágicas, sino reflexiones y prácticas realistas que pueden ayudarte a construir (o reconstruir) ese puente hacia lo espiritual. 1. Reconoce Tu Punto de Partida Antes de buscar acercarte a Dios, es honesto preguntarte: ¿Cómo lo imaginas? Para al...